¿Estoy sensible a la misericordia y al amor que Jesús, el Señor, me muestra entregando su Vida por amor y abierto a tener toda la paciencia necesaria para esperar mi conversión? Supongo, y quiero pensar que sí. Y es eso lo que quiero poner en el centro de mi corazón.
No nos damos
cuenta, al menos me pasa a mí, del Infinito Amor que Dios nos da en su Hijo
Jesús. Da su Vida por todos, pecadores o no, y, pacientemente, espera que tú,
yo y todos nos demos cuenta de su gran Amor.
Pero le pido al Señor que no me quede simplemente en palabras sino que pase a los hechos. Y eso es precisamente lo importante, darle al amor visibilidad en actos concretos que hagan visible tu amor. Actos de solidaridad precisamente con los más necesitados que están a tu lado en tu círculo familiar, de amigos y vecinos. Y es precisamente eso lo que le pido al Espíritu Santo en estos días donde celebrar la Pasión del Señor está presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.