domingo, 7 de abril de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Me pregunto que si no experimento esa dicha que Jesús, el Señor, ha prometido, seguramente será porque mi fe, si tengo, es muy débil y pequeña. Quizás no llega a un grano de mostaza. Aprovecho esta ocasión, unidos a todos ustedes, para pedírsela al Señor. Amén.

Señor, me pierdo y desoriento en este mundo donde el pecado me somete, me debilita y puede con mi voluntad. Pon fortaleza, sabiduría y luz en mi vida para que, guiado por el Espíritu Santo, pueda llevar mi vida según tu Voluntad. Amén.

Sabemos que la fe es un don de Dios. Y, desde esa perspectiva me siento un hijo privilegiado porque desde mi juventud he sentido esa atracción y confianza a creer en la Palabra de Dios. Sin embargo, no por eso me quedo tranquilo, sino que busco seguir creciendo y tratando de dar todo lo que he recibido gratuitamente del Señor. Por ello, le pido que mi fe crezca, aumente y se traduzca en buenas obras y amor misericordioso. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.