Nuestra capacidad
solo puede mirar esto que ve, la tierra donde vive. Todo lo demás, hasta su
propia existencia es misterio. Levantar la cabeza, mirar hacia arriba, escuchar
a quien viene de lo alto nos llena nuestra vida de esperanza y salvación.
Tú, Señor, das
sentido a mi vida, la orientas, la sanas, la perdonas y la llenas de esperanza.
Quiero, Señor, confiar en Ti y entregarme a la escucha de tu Palabra y seguir
tus enseñanzas. Porque, Tú, Señor, eres mi salvación y vida eterna.
Dentro de nosotros hay una alianza sellada en nuestro corazón. Aspiramos a una felicidad eterna, pero no sabemos donde podemos encontrarla. Nuestras aspiraciones se quedan en este mundo y no alcanzamos a ver más. Solo Aquel que viene de lo alto sabe también de donde venimos nosotros. Él es la Palabra que da vida, y vida eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.