jueves, 30 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

¿Es eso, como Bartimeo, lo que yo también busco? Y si no es eso, ¿qué es lo que realmente busco? Esa es la pregunta que debo hacerme y discernir a fin de encontrar una respuesta que aclare mi camino, mi espera y mi esperanza.

No olvides que Jesús camina contigo, te acompaña y da el primer paso para que tú, en tu búsqueda, lo encuentres y te abras a su Espíritu. Y ten en cuenta que todos tus fracasos y pecados, el Señor, los conoces y te los perdona. Tú, trata de ser fiel a su Palabra.

Porque, de quedarme sentado y no gritar y estar atento al paso de Jesús, tal y como hizo Bartimeo, mi vida puede quedar paralizada y estancada esperando sin realmente esperar con esperanza - valga la redundancia -. Necesito gritar, buscar, pedir e insistir al paso de Jesús por mi vida. Porque, una cosa es segura, Jesús está pasando por mi vida y quizás yo no me doy cuenta.

Es posible que nuestra experiencia nos está dictando que el mundo va camino de su propia destrucción. Hay muchos factores en juego que nos indican esa apreciación. Sin embargo, Jesús, nuestro Señor, está y camina con nosotros, y, por su Palabra, sabemos que en Él estamos seguros y salvados. De su mano vamos hacia la Casa del Padre. En Él confiamos

Nuestro mundo, sumiso al pecado, va camino de su propia destrucción. Solo orientándolo hacia el encuentro con el Señor, encontramos sentido y orientación a nuestra vida. Y es ese nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida, caminar como pueblo - Iglesia - al encuentro con Jesús, el Hijo de Dios Vivo, que nos lleva al encuentro del Padre. Leamos y meditemos la audiencia del Papa Francisco.

La conciencia, a pesar de estar contagiada por el pecado, siempre tiene la oportunidad de resarcirse y de regresar al camino de la verdad. Y esa esperanza a través de la oración nunca se pierde. Siempre está ahí, de modo, ¿por qué no producirse una sorpresa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.