La labor es
ingente y no da tregua. Pero, eso exige también pausas, descansos y
recuperación. Pero, sobre todo, oración y meditación para, fortalecidos en el
Señor, poder permanecer, en el día a día, con nuestra labor de cada día.
Señor, me amas desde la libertad y dejas que yo libremente escoja. No me
presionas ni me exiges. Simplemente, me susurras a mi corazón que Tú eres mi
Camino, mi Verdad y mi Vida. Y que nada tendrá sentido sin Ti. Y es que mi
felicidad, aunque yo no lo crea, está en permanecer a tu lado.
Sin oración y contemplación no podemos permanecer activo y constantes. Necesitamos la fuerza de la oración y la presencia del Señor para, en su Nombre, poder llevar a cabo nuestra labor. Y en eso estamos, Señor, caminamos junto a Ti y descansados en Ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.