Sabemos y reconocemos que nos cuesta doblegarnos al poder y la fuerza de aquellos que quieren y buscan imponer su ley, sus ideas e intereses. Sin embargo, también sabemos que la autoridad y la libertad no están en el poder ni la fuerza, ni siquiera en la imposición. Está en el amor.
Sólo, Señor, tu presencia da sentido y luz a mi vida. Sé de mis debilidades, de mis fallos y
fracasos, pero también sé que sólo contigo soy capaz de aceptarlos y
superarlos. Y es eso lo que busco y te suplico, Señor, permanecer en Ti y aceptarme,
por tu Gracia, para llegar a tener un corazón manos y humilde como en Tuyo.
Gracias, Señor.
Sabemos y creemos
que la verdadera autoridad nace del amor y la misericordia. Ese Amor
Misericordioso que Tú, Señor, nos has dado y nos has enseñado a que lo demos
también nosotros. Y eso queremos nosotros también hacer, darnos con un amor
misericordioso a pesar de recibir calumnias, violencia y rechazos. Y para eso,
Señor, necesitamos tu Gracia y tu Poder de amar sin condiciones con una amor
misericordioso. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.