Todo iría mejor si
tú y yo somos solidarios y misericordiosos. Ese es el único y verdadero milagro
que convertiría a este mundo en un mundo de paz, justicia, verdad y misericordia.
A veces, Señor, me
confundo, y te pido que me quites esa cruz que mis pecados se han encargado de
ponerme sobre mis hombros. Luego, me doy cuenta de que lo que debo hacer es
cargarla y llevarla. Y, entonces, para eso te pido ayuda, porque yo sólo...
Y todos estamos
llamados a hacerlo y a vivirlo. Ese, precisamente, es el mensaje de la Buena
Noticia, amarnos en justicia y misericordia como realmente nos ama nuestro
Padre Dios. ¿Será imposible o difícil? Seguramente nos lo preguntamos. Ahora,
hacerlo solos entre los hombres, seguro que será imposible, pero unidos e
injertados en Cristo Jesús, todo es posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.