Nos pasamos toda
la vida buscando eso que llamamos felicidad. salud, gozo y pasarlo bien, es
decir vivir cada día con alegría, salud y paz. Sentirse bien es estar alegre y
a gusto, y eso es la prioridad que marca nuestra vida.
Tu presencia,
Espíritu Santo, es la esperanza que me impulsa y me fortalece cada día de mi
vida. En Ti, Espíritu de Dios, pongo toda mi confianza, mis anhelos y
esperanzas para avanzar viviendo en la Voluntad de mi Padre Dios. De Ti,
Espíritu Santo, espero y confío recibir la fortaleza que me sostiene y me ayuda
a avanzar. Amén.
Sin embargo, Jesús, que sabe lo que nos conviene y donde se esconde nuestra felicidad, nos propone un camino diferente y contrario al que nosotros buscamos. La felicidad, nuestra felicidad está escondida en el dejar nuestra vida para servir a los demás. Y, si nos fijamos bien, experimentamos esa alegría y gozo que buscamos cuando realmente nos damos en servicio a los demás. ¿No lo has experimentado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.