Decimos que se ha
encarnado en naturaleza humana, y lo ha hecho tan natural que, después de
afirmarlo no llegamos a creerlo. Y es que la integración de Jesús en este mundo
fue tan natural que pasó desapercibido desde su nacimiento hasta su aparición
en la vida pública.
Hay momentos en
los que me pierdo y mi vida queda desorientada. Necesito, Señor, tu presencia,
el deseo de tu esperanza e infinita misericordia. Dame la paciencia, la
humildad y la fortaleza para ser perseverante, humilde, suave y bueno, y nunca
desesperar sino confiar y creer en tu Palabra.
Sólo cuando llegó
el momento de la Revelación de su Persona y de la proclamación del Infinito
Amor Misericordioso de su Padre, su Vida y su Persona fueron advertida y tenida
en cuenta. Y desde ese día hasta hoy, muchos son los que todavía no salen de su
asombro y rechazan su Palabra.
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