No se puede pensar
ni creer de otra manera. ¿Cómo no va a estar la Madre del Hijo, ¡Dios todopoderoso!, junto a Él? Es
de sentido común pensarlo y creerlo así. Un hijo quiere lo mejor para su madre,
y todos los hijos desearían tener a su madre con ellos.
Toma mi vida,
Espíritu Santo, guíala, ordénala, conviértela en una vida al servicio de los
más necesitados, de todos aquellos que me rodean y necesitan algo de mí, y,
sobre todo, de anunciar que Dios es nuestro Padre hasta el extremo de que los
que se acerquen a mí vean su presencia.
Por tanto, María, ejemplo de obediencia, de fidelidad, de amor y misericordia, que fue fiel a su Hijo desde su concepción hasta permanecer firme de pie junto a la Cruz, intercede por todos nosotros para que sepamos, mirándote a ti, seguir a tu Hijo, nuestro Señor, hasta el pie de la cruz, y cargar con la que a cada uno de nosotros nos toca abrazar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.