No podemos
quedarnos estancados en lo viejo. Porque, lo viejo se hace viejo, y no vale
para lo nuevo. Cada época trae sus novedades, su evolución y sus avances, y no podemos
quedarnos dormidos en las tradiciones y las costumbres. Hay que nacer del
Espíritu cada día.
Sé, Señor, que Tú
te haces presente en mi vida. Y lo sé porque confío y creo en tu Palabra, y Tú
me lo has prometido: Estaré con ustedes hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Y,
también sé, que me alientas, me fortaleces y me ayudas a que persevere y nunca
me aparte de Ti. Gracias, Señor.
Nuestro camino es un camino de perfección. Observamos como crecemos y como vamos avanzado en perfección cada día de nuestra vida. Y no podemos pararnos, porque de pararnos quedaríamos obsoletos, por no decir muertos. La vida nos exige avance, camino, perfección, e injertados en Xto. Jesús, podemos ir saboreando toda esa novedad del Amor Misericordioso que nuestro Padre Dios nos propone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.