No se trata de
engaños, de agresividad o violencia. Se trata de que no te dejes tomar el pelo
y actuar con inteligencia. No es ayudar y permitir que otros se aprovechen de
tu generosidad y la utilicen para su provecho propio. Se trata de ayudar a
quien lo necesita.
Señor, eso es lo
que quiero, ser instrumento de tu Reino y de tu Paz. A pesar de mis
debilidades, de mis imperfecciones, limitaciones y pecados, Señor, yo quiero
servirte y hacer siempre tu Voluntad, y nunca la mía. Por eso, Señor, me pongo
con toda confianza en tus manos.
La cuestión es
actuar con la cabeza siguiendo la bondad y generosidad del corazón. Hay muchos
que ven donde pueden aprovecharse y utilizan esos resortes para, aparentando
una necesidad, aprovechar las buenas intenciones de otros. Por tanto, activemos
la astucia para que nuestra caridad, amor y misericordia recaiga en los que
verdaderamente la necesitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.