De alguna manera,
Juan, es enviado a proclamar la llegada del Mesías. Nace de una familia justa
ante Dios, pero de mujer estéril. Su nacimiento, pues, viene de la mano de Dios
para allanar y preparar el camino para Aquel que ha de venir y ya está entre
nosotros.
Señor, Tú lo
sabes, ser luz es lo que más me gustaría. Pero, tropiezo con mis sentimientos
egoístas; con mis deseos impuros; con mis pasiones y satisfacciones carnales y
materiales; con mis ambiciones, soberbias, vanidades …etc. Haz luz, Señor, en
mi corazón.
Juan es el Precursor que anuncia que Jesús es el Mesías prometido y anunciado por los Profetas. Una promesa que, al menos a mí, me sobrecoge, me impresiona, me sobrepasa. Nunca podré entender ese Inmenso e Infinito Amor Misericordioso de Dios inmerecido. A veces me toco y me digo, soy una realidad, existo. Y Dios me quiere a pesar de mi miseria e inmeritorio. Un misterio que no me cabe en mi humilde y pequeña cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.