lunes, 29 de febrero de 2016



Se hace difícil escuchar y prestarle atención y valor a lo de nuestra propia tierra y familia. La frecuencia de oírle y de saber quién es, nos resta importancia y valor. Y no valoramos sus palabras ni su conocimiento. Ocurre que lo nuestro no puede ser importante.

El refrán dice que nadie es profeta en su tierra, y la realidad lo demuestra, porque ocurre así. Nadie nacido entre nosotros y conocidos por todos puede ser importante hasta este extremo. Y más siendo de familia humilde y sencilla.

Y eso le sucedió a Jesús de Nazaret. Fue rechazado por los suyos, pues el hecho de ser el hijo de un carpintero y una humilde joven no le daba crédito ni prestigio para proclamar la Palabra de Dios.

domingo, 28 de febrero de 2016



La vida es un tiempo de siembra y cultivo. Cada segundo vivido tendrá su cosecha y su recogida. Con el tiempo recogeremos lo que hemos sembrado y cultivado. Y esa será nuestro tesoro y nuestra herencia, y lo que llevaremos con nosotros.

No tanto lo que hemos cosechado referido a lo material, sino la intención y bondad de nuestros actos, que serán los que marcarán nuestra riqueza y nuestra salvación. De tal forma que, todo aquello que perdonemos en este mundo, sobre todo a aquellos que nos han ofendido, será la medida de nuestra salvación.

Diríamos que el perdón es la acción más importante que podemos realizar en este tiempo de salvación, porque seremos perdonados en la medida que también nosotros perdonemos. Y eso significa que, de perdonar, hemos amado. Porque sin amor no perdonas.

sábado, 27 de febrero de 2016




No se puede discutir que ese amor, que está sellado dentro y en lo más profundo de nuestros corazones, sea capaz de amar gratuitamente y sin condiciones. Así experimentamos que nuestros padres nos quieren. Sin embargo, como humanos que somos experimentamos limitaciones.

Pero la experiencia de amar pasa por darse sin pedir nada a cambio. De no ser así no es realmente amor, sino una búsqueda de compensaciones, intereses y beneficios. Ese es un amor condicionado y en esa condición pierde su esencia libre y auténtica.

El Verdadero Amor es el que nos ofrece Jesús de parte de su Padre y por Él mismo. Lo hace voluntariamente y lo da gratuitamente hasta entregar su Vida. Desde nuestra condición humana no lo podemos entender. Por eso conviene caminar junto a Él.

viernes, 26 de febrero de 2016



Muchos utilizar el poder para su propio bien; otros tratan de administrarlo en bien de todos, y otros para mandar y apoderarse de los bienes del país y disponer de ellos a su antojo. El hombre no se conforma con lo recibido, sino que quiere disponer de ello como dueño.

El hombre quiere disponer de los bienes del mundo como propios y administrarlo según su voluntad. No le importa que le haya sido dado para el bien común y rechaza al Creador imponiendo su poder y su ley. Así, el mundo no da buenos frutos y se encuentra en peligro de cambios climáticos importantes.

Al final lo heredarán aquellos que sepan administrarlo según la Voluntad del Creador y den buenos frutos. Porque para eso ha sido creado, para que todos los que cumplan su Voluntad gocen de los buenos frutos de la buena Viña.

jueves, 25 de febrero de 2016




El hombre es un animal político y necesita desarrollar esa cualidad en la medida que desarrolla su vida y resuelve sus asuntos. Pero la alta política, la que concierne a los pueblos y naciones exige administrar la justicia desde la verdad y repartir las riquezas.

Esa distribución necesita una garantía que dé a cada uno lo necesario y suficiente para satisfacer sus necesidades y responder a sus derechos. Y en esa función reside el arte del buen político, que expone su programa en esa línea y da cumplimiento con sus obras a lo prometido.

Pero no parece que así sea, pues después de cuarenta años de experiencia democrática en España, mi país, las cosas siguen igual. La pobreza tiene presencia, y aunque nadie se muere de hambre, si hay necesidades, diferencias en derechos y en justicia.

miércoles, 24 de febrero de 2016




Todos soñamos con mandar y ser importantes, y tener poder. Y no tanto servir, pues nuestro egoísmo nos lo borra del corazón, como ser servido. Esa aspiración yace dentro de nuestro corazón y nos cuesta mucho erradicarla y vencerla.

Sin embargo, el criterio que Jesús nos enseña es todo lo contrario. Quien sirve será ensalzado, y quien se sirve será humillado. Lo verdaderamente útil e importante es servir y entregarse, pero no por ningún interés, sino realmente por amor.

Es decir, aquellos que buscan los últimos puestos para servir, gratuitamente por amor, serán los que ocupen los primeros lugares en el Reino de los Cielos.

martes, 23 de febrero de 2016



Las Palabras de Jesús en el Evangelio de hoy son actuales. Parece que fueron dichas para cada momento de la vida de los hombres. No, porque haya muchos corruptos, el mundo es corrupto. Ni tampoco porque haya jueces que no cumplen con su deber, la justicia es corrupta.

Pero, si conviene, que se viva y se haga lo que dicen, pero sin imitarles ni hacer lo que ellos hacen. Ahí está la clave, no seguir el ejemplo de tantos corruptos que delinquen y arrastran a otros a delinquir. Mantenerse firmes en la verdad.

Al final la verdad prevalecerá y toda la mentira y corrupción saldrá a la luz. No porque logren esconderse van a quedar ocultos. Todo saldrá a la luz y la verdad sé sabrá. Así que en vano mienten, porque sus mentiras serán descubiertas.