martes, 9 de junio de 2015




Muchos hablan mal de la Iglesia, es decir, de los miembros de la Iglesia y olvidan a su fundador. Es verdad que en toda empresa, colectivo, congregación, grupo, asociación y lo que quieras, hay ovejas negras, aprovechados, farsantes y trepadores que buscan su propio interés y bienestar.

Lo hubo en el grupo de los doce. Judas traicionó a Jesús; Pedro le negó tres veces; Mateo se resistía a creerle resucitado, y Pablo le persiguió. Hoy sigue pasando lo mismo.


Hay muchos fariseos, farsantes, egoístas y aprovechados en la Iglesia, pero también fieles, honrados, justos y creyentes sinceros que se esfuerzan en vivir en la Verdad y la Justicia. Jesús es el Hijo de Dios, nuestra referencia y nuestro modelo, y en Él nos miramos. Es nuestro salvador. Y es a Él a quien seguimos.

1 comentario:

  1. En la oración de humilde silencio... buscar desaparecer al ego... disminuirlo, desaparecerlo para que sea la luz de Cristo la que brille en su Iglesia.

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