martes, 30 de marzo de 2021

 

A veces pienso que cada día de mi vida supone para Ti, Señor un día de cruz y de pasión por mis pecados. Tú te entregas voluntariamente para liberarme de esa esclavitud del pecado. Sin embargo, yo continúo con mis infidelidades y pecados. ¡Cuánto amor, Señor!

Y, a pesar de tu Amor, yo no cambio ni tampoco se conmueve mi corazón. Experimento vergüenza y remordimiento, pero no quiero desesperar como Judas, sino quiero esperar, llenarme de paciencia y confiar en tu Palabra Misericordiosa. ¡Perdóname, Señor!

Quiero, Señor, convertir mi vida desde lo más profundo de mi corazón. Dejar todo lo que me impide seguirte y caminar tras tus pasos. No sé cómo hacerlo, pero confío en Ti y en tu Palabra, y, abandonado en tus Manos, Dios mío, me entrego con todas mis fuerzas. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.