jueves, 7 de abril de 2016



No podemos decir que no haya que prepararlo, pero Jesús nos advierte que no nos preocupemos mucho de ello, porque será el Espíritu Santo quien podrá las palabras que tengamos que decir en nuestros labios y dirigirá nuestra proclamación.
                      
Creo que, por nuestra parte, lo que tenemos que hacer es depositar nuestra confianza en Él y abrirnos a su acción. Y, tratando de vivir en El, dar testimonio de ese esfuerzo que realizamos y como, por su Gracia, nuestro corazón va cambiando de viejo a nuevo.

Y como el gozo y la alegría llenan nuestra vida de paz y de esperanza. Porque ese es el mensaje que Jesús nos manda a predicar, bautizando a todos aquellos que creen y se abren a la acción del Espíritu. Nada se podrá hacer en y con aquellos que cierran sus corazones.

miércoles, 6 de abril de 2016



A pesar de su incultura religiosa, la gente habla de la Iglesia y de Jesús de Nazaret. No conocen nada de su Vida ni de su Obra, y menos de su Padre, quien lo ha enviado a salvar a todos los hombres. No saben de qué manera nos ama el Señor y no conocen nada de la Palabra de Dios.

Ponen entre dicho lo que dice Jesús, que viene de arriba y habla de lo que conoce. Que es enviado por el Padre, conoce al Padre y está por encima de todos los hombres y mujeres. Pero lo peor de todo es que el propio hombre no se da cuenta. Su soberbia y suficiencia le ciegan y rechazan la Palabra de Dios.

La única alternativa es creer en la Palabra de Dios, que nos la trae Jesús de Nazaret, su único Hijo, Dios y Hombre verdadero, y quien cree en Él tiene Vida Eterna, más quien no cree, no verá la vida sino que la ira de Dios pesa sobre él.

martes, 5 de abril de 2016



A veces, sucede que puede ocurrir que buscando una cosa encuentres otra. O que creyendo encontrar esto, descubras lo otro. Los caminos del Señor son inescrutables e inesperado, pues el Espíritu sopla donde quiere.

Así sucedió con Nicodemo que, buscando al Señor, se sorprendió del camino que Jesús le señaló: Hay que nacer de nuevo. Había entendido volver a nacer del vientre de su madre, pero Jesús le hablaba del fuego y del Espíritu Santo.

Evidentemente, hay que nacer del Espíritu de Dios para transformar nuestro corazón de piedra en un corazón de carne capaz de amar a los demás como Dios nos ama. Y para ello necesito la Fuerza del Espíritu Santo.

lunes, 4 de abril de 2016



El encuentro con Jesús exige vivencia interior y experiencia de encuentro y quien lo ha tenido queda marcado e impregnado de su amor y encendida su fe. Y eso se manifiesta en su vida y en un giro total que cambia el sentir y vivir de su manera de actuar.

Difícilmente se puede olvidar esa experiencia, porque llena plenamente el corazón y mueve a amar tal y como te sientes amado por Jesús. Y porque te llena de gozo y felicidad al experimentar darte y entregarte al servicio gratuito y por amor.

La oración es ahora el vehículo que abre el diálogo con el Señor. Un diálogo que nace de lo más profundo del corazón y que experimenta el sentimiento del hijo que encuentra descanso, ternura, cobijo, cuidado y salvación en su Padre.

domingo, 3 de abril de 2016



No sería lógico ni de sentido común mostrarte a aquel que te rechaza y no quiere nada contigo. Y menos hacerle demostraciones de algún tipo para convencerlo, pues menos sentido tendría hacerlo libre para luego ponérselo tan claro que no tendría que ejercer ese regalo de la libertad.

Y eso es lo que hace Jesús, responder y corresponder a aquellos que le buscan y creen en Él. Es el caso de la samaritana a través del diálogo que mantiene con ella; es el caso de Zaqueo al almorzar con él; es el caso de Nicodemo cuando le visita y le busca por la noche.

No recibirás el milagro que buscas si no lo buscas de verdad. Para creer tenemos a Moisés, La Ley y los profetas, y la Iglesia, continuadora de la Misión del Señor, que ya es suficiente. Pero si no te es suficiente y buscas más, síguele y busca esa experiencia de encuentro con Él. Quién busca encuentra.

sábado, 2 de abril de 2016



Salir a las periferias es salir a la lucha en los lugares donde la verdad la tiñen de mentira y la esconde con apariencia de verdad y justicia y la disfrazan y la disimulan. Los discípulos, asustados y temerosos permanecían reunidos, aunque escondidos y temerosos de ser descubiertos.

En esas circunstancias se les aparece Jesús por tercera vez, les anima y les transmite paz. Y les muestras sus manos y costado para que comprueben que es Él. Entonces les envía tal y como Él mismo ha sido enviado por el Padre y soplando sobre ellos les infundió el Espíritu Santo. 

Y les da poder para retener y perdonar los pecados. Porque somos pecadores y necesitamos lavarnos nuestros pecados de cada día, para, perdonados y limpios, emprender con ánimo y esperanza de nuevo el camino. Y si caemos, por nuestra débil naturaleza, poder levantarnos de nuevo. La Misericordia del Padre es Infinita.

viernes, 1 de abril de 2016



Jesús guarda una sorpresa de su Divinidad y Poder cada vez que se presenta delante de su discípulos. No obstante, Alguien que ha Resucitado no puede aparecerse sin demostrarlo. Y Jesús aprovecha para dejar muy claro quién es.

Hoy, cuando se les presenta a orillas del mar de Tiberíades, les pregunta si tienen pescado, y a la respuesta negativa les indica que echen la red a la derecha de la barca. El asombro es que la sacaron llena. Luego, ante tal prodigio advierte la grandeza y el poder del Señor.

Se abren sus ojos e iluminados por la Gracia del Señor, se dan cuenta de que es Jesús, su Maestro y Señor. Quizás, también a nosotros nos ocurra algo parecido. No en vano somos también sus hijos, y ha dado su Vida también por nosotros. La diferencia es que, dormidos en este mundo prepotente y consumista, no advertimos su presencia.